David Sikorski - Chaotic life

Los comienzos en L.S

David nació en 2003, el día 18 de Julio en San Angelo, Texas. Desde chico su padre Damien quién era camionero, le inculcó buenos valores, David se crio siendo lo que se conoce por “CountryBoy”. Casi todos los fines de semana, luego de la escuela iban a cazar en familia; en ocasiones se iban un viernes y se quedaban a acampar bajo las estrellas. David fue un niño común, como cualquier otro; tenía un gusto particular por las camionetas y los SUV´s de aquella época. En su adolescencia comenzó la secundaria, David no es muy bueno para los estudios, solo es un chico de campo. Lo que le hizo atrasarse un año al ingresar a la secundaria. Allí fue dónde conoció a Miranda, una chica que al verla lo enamoró a primera vista. David se decidió por invitarla a salir una noche, algo entre amigos; ella aceptó y se enamoraron. David pasó su adolescencia perfeccionando su habilidad en la caza, su padre no muy feliz con esto le preguntó qué planeaba hacer con su vida, a lo que David responde que aún es joven y que no sabe. En ese momento su padre no quedó muy contento, por tanto le dijo que si no decidía rápido qué hacer lo mandaría al servicio militar. A David le quedó grabado eso en la cabeza, “el servicio militar”. Investigó lo suficiente para cerciorarse respecto lo militar, pero en ese momento no se sintió conforme con lo que el U.S Army conlleva. Buscó otras opciones, pero una captó su atención por sobre todas las demás. David vio mientras navegaba en internet que la Oficina del Sheriff de Tom Green estaba en busca de nuevos ayudantes. Buscó información sobre eso y sintió que sería cómodo ser ayudante en la Oficina del Sheriff.

Luego de años de relación, David y Miranda estuvieron listos para dar el salto a mudarse del condado Tom Green; la idea fue mudarse a Los Santos, condado en San Andreas; dónde ellos creían: que sería un lugar lleno de oportunidades.
Al llegar a Los Santos vieron su dura realidad, una ciudad golpeada por caos y violencia, robos y pandillas. David se quiso quedar, Miranda estuvo unos días pero decidió irse. Al tener dos ideas totalmente diferentes; David se quedó en Los Santos. Mientras que Miranda volvió a casa de sus padres en San Angelo.

David consiguió un empleo como recolector de basura, logró comprar su primer moto y rentar una habitación de motel; una moto rústica llena de óxido y una pésima habitación. Eso no lo detuvo en ningún momento, de hecho condujo sin licencia de motos un largo tiempo, pero no estaba feliz con ello así que se rebuscó demasiado para conseguir una camioneta. No conforme con solo un empleo y con demasiado tiempo libre; ya que la recolección de basura se realiza cada mañana entre las 4 a.m y las 9 a.m, David decidió tomar un segundo trabajo. Haciéndole honor a su padre, consiguió un empleo como repartidor en el puerto. También le hizo favores a conocidos que fue conociendo a lo largo de su estadía; quienes le pagaban muy bien por llevar cosas de un punto A a un punto B. Así fue cómo consiguió gran parte de lo que tiene hoy.

Compró una linda camioneta, un SUV cómo él quería. Planea conseguir una pick-up más adelante, aunque también está viendo la posibilidad de adquirir una motocicleta.

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Un nuevo camino

David pasó muchas noches pensando en qué departamento ingresar. Primeramente postuló a la patrulla de caminos, pero decidió que no sería una buena idea. Tras varias noches, consultas con su almohada y con sus demonios; decidió postular al departamento del Sheriff del condado de L.S.
David se preparó psicofísicamente para ser un gran candidato, cada mañana sale a correr al terminar el turno de recolector de basura. Con su camioneta va hasta el circuito atlético del ULSA dónde cada mañana trata de dar una vuelta completa corriendo.
David estuvo bastante nervioso tras días sin recibir noticias sobre su postulación, sabía que si no lograba ingresar debería volver a Tom Green o de lo contrario buscar un empleo mejor que los dos que tenía ahora. Pero finalmente llegó el día dónde se dieron los resultados, su felicidad fue esplendida al ver su nombre en los aceptados, más aún al saber que había hecho todos los pasos y no debía rehacer ninguna documentación.

“Ese mismo día, estaba tan emocionado que me fui a comprar un traje a la mejor tienda, Ponsonbys. Salió demasiado caro, pero me gusta lucir bien”.

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El camino es la recompensa

Finalmente llegó el día, aquél domingo 26 de enero. David había esperado el gran día con ansias y nervios; bueno… más nervios que ansias. Ese domingo fue el día de las pruebas físicas para ingresar a los preseleccionados en la academias del Departamento de Justicia. Nuevamente compró algo de ropa nueva, una camiseta y un pantalón chándal para presentarse a las pruebas; sabía que no sería fácil, nada lo es en ésta vida.

Ahí estaba David junto otros pocos, los primeros que habían llegado. Los nervios se notaban en el ambiente. Más aún cuando notaron la primer patrulla llegar a la terminal de autobuses. Los FTO hicieron formar una fila a todos los postulantes, quienes lo cumplieron. Ahí fueron olfateados por un K-9, luego entregarían su identificación para así ir a ser cacheados de pies a cabeza. Finalizado eso, les hicieron subir al autobús. Los rumores decían que serían llevados a ULSA y así fue.
Una vez allá, se dirigieron a la pista de atletismo dónde fueron presionados y exprimidos al máximo nivel…

“Todos ahí sabíamos para qué estábamos, todos sabíamos que sería difícil, que nos gritarían y nos denigrarían. El maltrato es parte de éste trabajo.”

David no pasó por un momento de nervios extremo, se equivocó dos veces en una prueba, por suerte se le dio una tercera oportunidad y logró pasar la prueba de atletismo. Estuvo más que agradecido con Dios y con el FTO.

“Maldita sea, ahí nos hicieron hacer más de 50 flexiones. ¿Qué digo 50? ¡Más de 100! Fue una batalla que no sé cómo no perdí. Supongo que por mi táctica.”

Después de todo, los pocos que quedaron; o que más bien lograron sobrevivir… fueron citados a la estación 20 en Sandy Shores. Ahí se les dio una charla acerca de cómo funciona el Departamento, también se les dio una bienvenida.

Al final del día, fueron llevados a la peluquería en Paleto Bay, y ahí fue dónde David se sintió parte del equipo, ya que una camioneta cayó por un precipicio y los ayudantes tuvieron que intervenir.

Luego de ese largo día, David y los demás están a la espera de la siguiente clase para comenzar la parte teórica de la academia. Exámenes, exámenes y más exámenes.