Lean “Brujo” Renner, desde el oscuro Nuevo Orleans
Desde la ciudad del vudú
Lean es un chico afroamericano nacido en Nueva Orleans (Luisiana) en la década de los 90. Creció en la zona al sur del Mississipi, en un barrio de clase baja con un alto índice de población migrante, especialmente de paises del otro lado del charco -europeos y africanos. Su padre, estibador, murió cuando él tenía unos 5 años en un accidente laboral. Su madre se pasaba el día fuera de casa, tratando de llevar el dinero suficiente para subsistir. Si algo recuerda Lean de su juventud es a su madre en la mesa de la cocina con un montón de papeles, avisos de embargo y llamadas amenazantes para que pagase. Tanto a él como a sus 3 hermanos los cuidó principalmente su tía, a la que recordará siempre por las nanas, cuentos e historias que les contaba sobre Nueva Orleans, las brujas, la magia y los monstruos que purulaban por las ciénagas. Lo cierto es que toda esa majadería causaba pavor en el joven Lean. Conforme fue creciendo descubrió que aquello no eran más que historias, invenciones y leyendas, sin embargo le encantaba investigar sobre ello. Su tía le había enseñado un par de trucos y lo había llevado en numerosas ocasiones a ver a brujas, pitonisas y cualquier antro de mala muerte que dijera hacer uso de magia o brujería. Animales en frascos, megunjes apestosos, incienso ariendo, extrañas palabras y canciones junto a una bola de cristal. De alguna forma se sentía cómodo con todo aquello, veía la mezcla de miedo, respeto y admiración de la gente que iba por esos lugares. Los turistas se dejaban auténticas cantidades de dinero en un engañabobos. Nunca creyó en aquello, o eso se decía él. Se empapó de aquella cultura. Jazz, Whisky, Incienso y magia negra. Misterio: Se vende.
Su tia murió cuando él tenia unos 16 años. Sus hermanos eran mayores y se fueron de casa. Quedó él solo con su madre, a la que ahora si lograba ver un par de horas al día. Pasaron pocos meses en los que su madre también cayó enferma. Le diagnosticaron un cáncer que podía luchar, pero pese a tener un seguro médico por su trabajo, no cubría apenas un 20% de los gastos sanitarios. Lean se vio forzado a empezar a aportar a la economía familiar, por lo que empezó a moverse en la noche de Nueva Orleans en lo que había: Bartender, repartidor, guía turistico etc. Lo cierto es que no le iba mal. Era nativo de la ciudad y la conocía mejor que nadie, con todos sus secretos y leyendas negras. No tardó en ganarse unas buenas propinas por parte de turistas con sus historias e indicaciones. Llegó a algunos acuerdos con establecimientos para llevarles turistas para ser desplumados por tarotistas o brujas de mala muerte, llegando incluso a formar parte de las estafas, preparando un buen show para sus “clientes”.
Se labró cierto renombre en Nueva Orleans, momento en el que atrajo demasiada atención sobre el joven Lean. Era espabilado y sabía donde se metía, pero aquello era el dominio de gente que estaba dejando de ingresar lo que él estaba estafando. Orgulloso e inexperto, prefirió rechazar la “oferta” que recibió y continuó por libre. Apenas unos meses mas tarde ya estaba lamentando su situación. El tratamiento que estaba ayudando a pagar a su madre dejó de expedirse en Nueva Orleans, su casero los estaba expulsando de su casa de toda la vida y todo aquel con quién ataño trabajaba le dió la espalda y le dificultaba su “trabajo”. La ciudad que amaba lo estaba expulsando. ¿Pero qué podía hacer él a unos meses de cumplir sus 18 años entonces?
Con algo de efectivo, una maleta y su madre a cuestas, tomó un vuelo hasta Liberty City. Le habían hablado de ella como la ciudad de las oportunidades y desde el centro de salud que trataban a la madre le habían recomendado un médico allí. Allí se asentaron, en un viejo edificio de apartamentos en el que alquilaron una pequeña habitación para ambos, con cocina y baño compartidos en Red Hook. No era un mal sitio del todo, era una zona bastante viva junto a unos astilleros y una zona de talleres mecánicos.
Pasos en Liberty City
Los siguientes meses, los pasó trabajando de bartender en el garito más cutre que había en la zona. Era bastante frecuentado por los trabajadores de la zona tras la jornada laboral. Tenía un aire a pub irlandés, pero el permanente olor a grasa, combustible y sudor que traían los trabajadores hacía parecer aquello cualquier otra cosa.
Ruth, o Rutherford, era un parroquiano de dicho garito. Congenió bastante con Lean y se contaban sus batallitas y anécdotas. Lean le hizo un par de favores a Ruth y fue cuando ambos empezaron a conocerse. Ruth era un tipo blanco, corpolento, gorro de lana, barba castaña en el ocaso de su color, generalmente manchado con grasa de motor, montaba una vieja Bobber militar customizada, y portaba identificaciones de MC que Lean no entendía. Trabajaba en un taller y luego se iba con otros como él al bar y a hacer ruido con sus motos cada vez que podían, como mucho se metían en alguna pelea, y posiblemente más por diversión que por cualquier otra razón.
Por desgracia, las facturas médicas de la madre de Lean no paraban de incrementarse y el sueldo que recibía no era suficiente. Consigió algo de pasta de un prestamista, lo que le dió para un par de meses adicionales, tras los cuales todo se fue a la mierda. Su madre sufrió de un empeoramiento severo de su delicada salud y pasó varias semanas ingresada en cuidados intensivos, con Lean pendiente de ella. La mujer salió de aquella, pero Lean volvió a pedir dinero prestado, con unos intereses totalmente imposibles. Con su madre ya en casa, no tardaron en abordarle los prestamistas en el garito donde seguía trabajando. Lo tomaron cuando el bar estaba cerrando, lo llevaron a la parte de atrás donde le pegaron una gran paliza. Ruth acudió a ayudarle, por lo que Lean acabó contándole su pésima situación económica e identifió a quiénes se había visto obligado a recurrir. Sin decir nada Ruth cargó con Lean hasta su vieja Bobber y lo llevó a una especie de bar-taller donde le trataron las heridas. No podía hacer más pero ya había hecho más que nadie. Para distraerle, Ruth se refirió a Lean como “Brujo” y le pidió que le echara las cartas. Lean o, como ahora lo llamaban: “Brujo”, pasó el día haciendo lo que siempre ha hecho, estafar a la gente, pero como se sentía en deuda con esa gente lo hizo simplemente por pasar el tiempo, también habló algo de las motos que llevaba esa gente, comentó que le gustaría tener una, moverse con libertad, lejos de las cadenas del trabajo, su madre y las deudas. Pasado el día y volviendo a llegar la noche, Ruth lo acercó de nuevo a su casa para ver como salían varios tipos enmascarados desde el portal de su edificio de apartamentos. Alertado subió hasta su casa. A llegar al pequeño apartamento, no pudo ni asomarse a la puerta cuando recibió un nuevo puñetazo que lo dejó tirado en el suelo. Lean se recompone lo justo para ver al atacante, el maldito usurero prestamista. El apartamento está patas arriba, su madre tendida en el suelo y el tipo en la puerta, impidiéndole la entrada. Lean se incorpora rápidamente y enmbiste al usurero. El tipo las ve venir, lo esquiva y se burla de Lian. La madre continúa en el suelo por lo que Lian se aproxima a ella, tratando de ver qué le pasa. La mujer carece de pulso y tiene marcas de ahogamiento en el cuello. Con lágrimas en los ojos Lian se vuelve hacia el usurero justo para ver como le encañona con una pistola de 9mm. Se queda petrificado, no reacciona, no tiene nada por lo que reaccionar. Ya está. Hasta ahí llegó todo. No tiene nada por lo que luchar. Si no era en ese momento hubiese sido en unos años.
Parece que el tiempo se para, se quedan ahí ambos unos minutos. El usurero no sabe cómo proceder, ve en el rostro de Lian que no tiene nada que perder. Duda sobre si es un farol o realmente está dispuesto a morir. El orgullo del usurero le impide apretar el gatillo, él siempre cobra las deudas, y no sería la primera vez, y menos con un niñato negro. No hay ni un ruido, ni un solo movimiento del aire, ni una sola respiración cuando de repente el usurero escupe sangre hacia Lean. Lean continúa paralizado, sin entender ese movimiento del usurero, cuando vuelve a toser sangre y acaba desplomado en el suelo. Detrás aparece Ruth mirando fijamente a Lean. El chico se encoje y se queda mirando al usurero -está muerto- y entonces reacciona y va hasta su madre. Ruth lo toma del brazo y tira de Lean hasta fuera del apartamento, se agacha levemente y se le pone frente a frente: “Te tienes que largar. Van a volver. Los has visto salir antes. Volverán en cuestión de minutos”. Lean no reacciona, Ruth suspira y carga al chico en hombros como un saco de patatas. Se queja y respira fuerte pero lo saca del edificio y lo lleva hasta un almacén/trastero. Se queda con Lean hasta que por fin, empieza a reaccionar.
Durante los siguientes meses, se mantiene oculto de todo. Apenas sale del trastero y si lo hace es porque Ruth lo acompaña o lo lleva a algún lado. No puede siquiera enterrar a su madre ya que es sospechoso y lo encerrarían nada más verle, sin opción a explicaciones. Nadie se preocuparía de un negro más en prisión que dice ser “inocente”. Ruth le toma bastante aprecio y trata de distraerle contándole un poco su vida y su historia, que se reduce al MC en Liberty City. Como Lean no tiene nada que hacer en el almacén cuando está solo, empieza a trastear con lo que encuentra allí: viejos muebles, piezas de motor y de moto y una bagger que había sufrido un grave accidente hacía años. Lean no tenía ni idea de mecánica, pero con varios manuales antiguos y algo de guía de Ruth se entretiene en desmontar pieza a pieza la moto y trastear con ella.
Precedieron, al menos, un par de amagos de suicidio. Lean no tenía nada por lo que seguir, ni motivación alguna, aunque finalmente no procedía y algo en su interior le decía que aún podía tener algún propósito en la vida.
Tras dos meses “encerrado” en ese trastero, oculto del mundo, acabó de reparar la Bagger e instintivamente la sacó del local para ver evaluarla. Ruth vió aquello y decidió cederle la moto además le comentó que había conseguido que lo contrataran en su clubhouse para que trabajase de bartender. De alguna forma, Ruth estaba ocupándose de Lean, el cual tardaría bastante en agradecer lo que estaba haciendo por él. De alguna forma volvió a una rutina y fue cicatrizando los meses de depresión que le habían precedido. Empezó a montar con frecuencia en esa vieja Bagger cuando no estaba trabajando en la clubhouse. Allí seguían con la coña del “Brujo” y acabó siendo bastante conocido en la zona. Cuando acababa la jornada, continuó trabajando en la vieja moto, como pago por la ayuda de Ruth, la modificó y restauró por completo. Con el tiempo empezó a salir de rutas y fiestas con los miembros del MC, aunque su idea fue siempre mantenerse completamente al margen, simplemente pasándolo bien y ganándose la vida en lo que decidía que quería hacer con su vida. Se debatía entre volver a Nueva Orleans, quedarse en Liberty City o aventurarse hacia algún otro lugar algo más tranquilo. Con el tiempo acabó portando un parche de Hangaround del MC, del cual no sabía si sentirse orgulloso o no. Empezaba a entender qué significaba y no tenía claro si él quería aquello. Tenía muchas cosas buenas y le habían ayudado todos a recuperarse, de alguna forma u otra, especialmente Ruth, y se lo debía al menos a él, siempre aplazaba cualquier decisión definitiva al respecto.
Pasaron los meses, y parecía que todo el asunto era ya agua pasada. Nadie había reconocido al “Brujo” ni lo había relacionado con el asunto de los usureros, pero de alguna forma Lean logró ver a uno de los tipos que solía trabajar para ellos en la zona del clubhouse. Por desgracia ahí estaban y estaba clara que la situación sería insotenible.
Psicología
Lean Renner es un chaval afroamericano que ha tenido que ganarse la vida como ha podido. Viaja entre la inocencia de la juventud y el tenérselas que apañar como puede. Explorará el mundo bajo un prisma un tanto psicodélico. Las leyendas e historias de brujería y vudú, la ciudad racista pese a ser metropolita en la que se crió, y unos sucesos familiares bastante duros marcan definitivamente su psicología.
Rasgos psicologicos principales:
-Inocencia. Al ser tan joven tiene aún muchos elementos de inexperiencia y timidez que marcarán un caracter mas o menos afable ante extraños, aunque siempre es altamente prudente a la hora de iniciar conversación con estos, especialmente si se trata de blancos. (Este caracter se espera evolucione con el tiempo)
-Carácter trabajador. Se gana la vida como puede pero con su esfuerzo. Valorará en gran medida el riesgo-recompensa de la mayoría de sus acciones. No busca meterse en líos para conseguir sus objetivos e intentará salirse por la tangente.
-Tendencia a la depresión. Dados sus recientes acontecimientos, el chico tiende a ver las cosas bastante pesimistas. Por otro lado, hay distintas acciones o elementos que le proporcionan gran esperanza, lo que le motivan a moverse. (Este caráter se espera que evolucione con el tiempo)
-Estafador/mentiroso por defecto dada su forma de ganarse la vida.
-Esoterista. Es dificil discernir, de entre las leyendas de brujería y timos que hace, entre qué cree y deja de creer. El estafador/mentiroso puede acabar creyéndose sus propias mentiras y la juventud no ayuda a Lean a aclararse. En general sabe que lo que hace no es más que un medio para seguir viviendo, pero en el fondo acaba creyéndose muchas de las leyendas, conjuros y rituales que practica. Eso lo hace especialmente convincente hacia otros, pero le pueden jugar una mala pasada si llega a creerse por completo sus “teatros” místicos.
-Alta influencia de factores raciales en sus decisiones reacciones. Al ser afroamericano siempre ha tenido problemas, aunque nunca serios, por su color de piel y raza. Intentará desviar el tema, aunque pasado cierto límite su orgullo personal será más importante y se defenderá con lo que pueda frente a ataques por su raza.
-Valores políticos anarquistas y antisistema. Sus origenes trabajadores, afectados por la muerte de su padre en accidente laboral y la muerte de su madre indirectamente ligada a la carencia de un sistema de salud o alguien que la cuidase han provocado un amplio rechazo al status quo de la sociedad americana. El sistema está manipulado para pisotearlo a él y a los que son como él para que luego blancos, ricos, gordos, vayan a derrochar su dinero en putas, vicios y drogas. Este rasgo va también muy ligado al tema racial, además del social.
-Alta religiosidad. Educado cristiano, evolucionado a “esotérico”, o creencia de que existe algo oculto que mueve el mundo y se manifiesta de muchas formas. Cree en la ciencia, aunque cada vez se cree aún más las “ciencias ocultas”.
[font=Georgia]-Origen familiar francés. Valora la cultura francesa como más sofisticada que la americana por su origen de Nueva Orleans. Habla algo francés, aunque no mucho, y principalmente se trata de canciones, leyendas, cantos y algun que otro elemento esotérico.
-Alto valor sentimental de objetos materiales. Ya sea por si mismo, o por el esoterismo, valora sentimentalmente los objetos materiales sobre su valor capital. Su historia, quién lo ha tenido, qué ha hecho con él y que oscuros secretos lleva asociados.
-Influenciable. Es joven y su caracter no está totalmente formado, es relativamente fácil de convencer en muchos temas del día a día, sin embargo es buen influenciador en temas que domina con soltura. (Este carácter se espera que evolucione con el tiempo)